Bonitos Zapatos NuEvOs*

VICTORIA*

En la vida siempre hay días que uno tiene ganas de gritar, de llorar, de dejarlo todo, días que desde el primer momento desearías olvidar para siempre.

--- ¿A ti que te pasa? ¿Estás bien? --- nunca me ha agradado la forma de hablar de mi padre.  Y cuando digo “forma de hablar” me refiero a su tono y a las palabras que utiliza para expresarse.  Tengo claro que así habla y que no puede cambiarlo, siempre lo ha hecho así.  Pero cuando estas pasando por un mal momento en el que solo necesitas su apoyo y su cariño, su forma de hablar no es la que debe usar.

Hoy es un día de esos en los que te preguntas que hiciste mal, en el que necesitas a alguien que te consuele aun sin saber que te sucede.

---No me pasa nada. Tranquilo.--- le dije tratando de ocultar mis llorosos ojos mientras arreglaba su corbata.--- Listo. Suerte en el discurso.--- le dije besando su mejilla.  Mi padre me devolvió el beso y se dirigió a la entrada donde mi madre lo esperaba.

---Llegaremos en unas horas. Si sales ten cuidado.  Dios te bendiga.--- se despidió mami.

---Amen—dije algo tarde, pues ya se habían ido.  En ese momento no pude aguantar más.  La rabia no me dejo aguantar las lágrimas.  Un texto de Damián  me tenía así.  Ni siquiera tenía las agallas de discutirme de frente, o por lo menos por una llamada.  Me discutía por un texto y todo por una estupidez de la que ni siquiera me acuerdo.

El teléfono vibró, yo solo respire profundo y me senté en el sofá.  Mire el cel, seguía vibrando, era otro texto de Damián. 

Mira,  ¿sabes qué? Olvídalo. Ya me arte de esto.

¿Qué? Pero de que habla, si todo estaba perfecto. Era nuestra primera pelea en 3 años. Ok, si lose eso es algo imposible, pero tengo que admitirlo esa era la única pelea de verdad.  Las anteriores eran peleas en las que no enojábamos por minutos, lo mas una hora y luego solo iba a ver me a donde quiera que estuviese y me pedía disculpas, sin importar de que yo fuera la que estaba equivocada.  Pero esa pelea a pesar de que solo llevaba como unos tres o cuatro textos había llegado a  un “Me arte de esto” y eso no podía permitirlo.

--- ¡Contesta idiota, contesta!--- grite mientras lo llamaba.  Tenía que explicarme ese texto. Quizás yo solo lo mal interprete.

“Victoria” escuche su voz llena de fastidio al otro lado. ¿Por qué Victoria, Porque Victoria? Para él es Vicky no Victoria. Respire hondo para que no se diera cuenta de que estaba llorando. Si el iba a jugar a Victoria pues yo jugaría a Damián y no dejaría que se diera cuenta de lo mucho que me hacia sufrir.  “¿Victoria, que quieres? ¿No has entendido el mensaje? ¿No te quedo claro?”

--- ¡No Damián, no me ha quedado claro!--- le grite sin poder aguantar sollozar luego.--- ¿Podrías explicarme a que te referías con “ya me arte de esto”? Porque no entendí.--- le pedí sin poder seguir con la farsa de estar enojada. Aunque lo estaba pero en esos momentos solo me preocupaba lo que estaba pasando.

“A que ya se acabo esto Vicky, me canse de lo mismo.” Me dijo ahora más dulce, pero agrio para mí. Estaba terminando con migo. Luego de tres años terminaba con migo por teléfono. Por TELEFONO. 

---Dam, pero, si todo ha sido perfecto, no… no…--- las palabras no me salían y las pocas que podía pronunciar mis lagrimas las ahogaban.--- Ven a casa. Estoy sola Dam, mis padres están en el discurso.  Podremos hablar tranquilos aquí. Resolveremos esto.--- me puse de pie de inmediato, no podía aguantar tanta ansiedad y dolor sentada.

“Vicky no hagas esto mas difícil.  Nuestra relación como pareja termino.”

---Pero Damián yo te amo. Te amo y tu a mi lo sé. Estábamos bien, estaba todo perfecto.--- esto era una pesadilla.  Toda mi vida se venía abajo.  Mis sueños de tener una familia de crear nuestros mundos juntos, se desmoronaba.

“Vicky, me canse de toda esa perfección que tanto adoras. Me aburrí.” Dicho esto le colgué.  No podía aguantar más el dolor y el parecía burlarse de mí. No pude mas con migo misma, me dolía el pecho y me costaba respirar.  Logre alcanzar la pared antes de dejarme caer al suelo y abrasar mis piernas.  Me había dejado, el muy estúpido me había dejado.  No le encontraba una razón racional para esto. “Me aburrí.”  ¿Qué significaba eso? ¿Es que acaso nunca me quiso?